Durante décadas el pequeño productor porcino debió excluirse de su entorno social y cultural por estar inmerso en políticas sectoriales contrarias al desarrollo y el beneficio económico, constituyéndose en un asalariado informal y un excluido social en las concentraciones urbanas. Los sistemas productivos de hoy son viables si se conocen las técnicas de manejo adecuadas para desarrollarlos, caso contrario pueden dar origen a serios quebrantos y eliminar del sector al pequeño productor. En La Pampa la gran mayoría de las explotaciones son al aire libre con manejo intensivo y es muy escasa la información sobre posibilidades viables de producción.